
La cantidad y calidad de las obras estrenadas en España durante gran parte de los siglos XVI y XVII ha llevado a conocer este período como Siglo de Oro. En estas producciones, podemos encontrar asuntos de la vida cotidiana, conflictos morales que combinan lo trágico y lo cómico, con una fuerte influencia de la mitología clásica y la religión. Figuras del calibre de Lope de Vega, Calderón de la Barca, Juana Inés de la Cruz o Miguel de Cervantes crean obras para ser representadas tanto en corrales de comedias como en jardines, estanques o palacios. Muchas veces, estos espectáculos sirven para acompañar festividades como el Corpus Christi, donde se ponen en escena piezas religiosas, como los autos sacramentales, acompañadas de entremeses y un cuidado texto y vestuario. Todos estos autores y géneros tienen su origen en el teatro religioso medieval, donde se representaba el nacimiento y la muerte de Cristo, danzas de todo tipo o el Misteri d’Elx, un cúmulo de fenómenos escénicos muy diversos y dispares que crean un caldo de cultivo idóneo para que se escriban obras de la talla de La Celestina o el Auto de los Reyes Magos.